domingo, 6 de abril de 2008

Inquisición en Sevilla

Restos de la Inquisición en Sevilla

En la sevillana Iglesia de la Magdalena, que fue erigida a fines del S. XVII sobre la misma planta de la antigua iglesia del convento de San Pablo el Real de los dominicos (primera sede de la Inquisición en Sevilla). Se encuentra un fresco obra de Lucas Valdés que representa un auto de fe y a un hereje que es conducido al quemadero identificado tradicionalmente con Diego López Duro, un mercader de Osuna (Sevilla), de origen portugués, que fue quemado vivo por delitos de judaísmo el 28 de octubre de 1703. Por ello esta pintura se conoce como El Suplicio de Diego Duro.

(J. M. Montero de Espinosa: Relación histórica de la Judería de Sevilla. Sociedad de Bibliófilos Andaluces, 1978. Edición facsímil, p.95).

Mural Diego Duro. Inquisicion Sevilla

Mural del que se hace referencia.


El Castillo de la San Jorge, la Inquisición en Triana.

Castillo de Triana. Inquisicion

Castillo y puente de barcas sobre el Guadalquivir en el S. XVIII

El Castillo de San Jorge estaba edificado sobre los restos de una antigua fortaleza árabe, contaba con 26 cárceles secretas, las cuales eran calificadas por el mismísimo Santo Oficio en el S. XVII como "antros de horror, hediondez y soledad". estas estaban orientadas al Altozano, a la calle San Jorge y a la calle Castilla. Dentro del castillo se encontraba también la Iglesia de San Jorge, primitiva parroquia de Triana.

Sevilla tiene el "honor" de ser la cuna del Santo Oficio, ya que se instala en ella a principios de 1480, por los dominicos Fray Miguel de Morillo y Fray Juan de San Martín, instalándose, en primer lugar en el Convento de San Pablo (hoy Iglesia de la Magdalena), pasando, posteriormente al castillo de San Jorge en Triana donde permaneció desde 1481 a 1785. La primera actuación del Tribunal de la Inquisición se produce el 2 de enero de 1482. Según palabras de la Dra. Victoria González "...Sevilla se despertaba admirando la grácil silueta de la Giralda y se adormecía al atardecer contemplando atemorizada, tras sus murallas, los lúgubres reflejos en el río de los torreones del Castillo de San Jorge, casa y cárcel de la Inquisición, que se levantaba amenazante en la orilla de Triana".

Cuando no se quería dar demasiada "publicidad" al delito y juicio se recurría a trasladar las actuaciones del Tribunal a la cercana Iglesia de Santa Ana.

Los reos condenados a ser quemados en la hoguera eran conducidos por el "brazo secular" desde el Castillo de San Jorge -el pueblo se agolpaba en el Altozano, a las puertas del castillo y en el puente de barcas- hasta el quemadero sito en lo que hoy es Tablada y que se llamaba de San Diego. Fue utilizado por ultima vez en 1781.


Gracias a http://www.legadosefardi.net/inquisicion.htm

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